domingo, 13 de marzo de 2011

publicacion 6 del blog embriologia Parcial 3

El glifosato estimula la muerte de las células de embriones humanos

Confirmó los efectos letales del herbicida en células humanas de embriones, placenta y cordón umbilical. Alertó sobre las consecuencias sanitarias y ambientales, y exigió la realización de estudios públicos sobre transgénicos y agrotóxicos. Cuando dio a conocer sus investigaciones, recibió críticas y desacreditaciones.

Gilles-Eric Seralini es especialista en biología molecular, docente de la Universidad de Caen (Francia) y director del Comité de Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen). Y se ha transformado en un dolor de cabeza para las empresas de agronegocios y los defensores a ultranza de los OGM (Organismos Genéticamente Modificados –transgénicos–). En 2005 descubrió que algunas células de la placenta humana son muy sensibles al herbicida Roundup (de la compañía Monsanto), incluso en dosis muy inferiores a las utilizadas en agricultura. A pesar de su frondoso currículum, fue duramente cuestionado por las empresas del sector, descalificado por los medios de comunicación y acusado de "militante verde", entendido como fundamentalismo ecológico. Pero en diciembre pasado volvió a la carga; la revista científica Investigación Química en Toxicología (Chemical Research in Toxicology) publicó su nuevo estudio, en el que constató que el Roundup es letal para las células humanas. Según el trabajo, dosis muy por debajo de las utilizadas en campos de soja provocan la muerte celular en pocas horas. "Aun en dosis diluidas mil veces, los herbicidas Roundup estimulan la muerte de las células de embriones humanos, lo que podría provocar malformaciones, abortos, problemas hormonales, genitales o de reproducción, además de distintos tipos de cánceres", afirmó Seralini a Página/12 desde su laboratorio en Francia. Sus investigaciones forman parte de la bibliografía a la que hace referencia el Comité Nacional de Etica en la Ciencia en su recomendación para crear una comisión de expertos que analice los riesgos del uso del glifosato.

El investigador había decidido estudiar los efectos del herbicida sobre la placenta humana después de que un relevamiento epidemiológico de la Universidad de Carleton (Canadá), realizado en la provincia de Ontario, vinculara la exposición al glifosato (ingrediente base del Roundup) con el riesgo de abortos espontáneos y partos prematuros. Mediante pruebas de laboratorio, en 2005, Seralini confirmó que en dosis muy bajas el Roundup provoca efectos tóxicos en células placentarias humanas y en células de embriones. El estudio, publicado en la revista Environmental Health Perspectives, precisó que el herbicida mata una gran proporción de esas células después de sólo dieciocho horas de exposición a concentraciones menores que las utilizadas en el uso agrícola.

Señalaba que ese hecho podría explicar los abortos y nacimientos prematuros experimentados por trabajadoras rurales. También resaltaba que en soluciones entre 10 mil y 100 mil veces más diluidas que las del producto comercial ya no mataba las células, pero bloqueaba su producción de hormonas sexuales, lo que podría provocar en fetos dificultades en el desarrollo de huesos y el sistema reproductivo. Alertaba sobre la posibilidad de que el herbicida sea perturbador endocrino y, por sobre todo, instaba a la realización de nuevos estudios. Sólo obtuvo la campaña de desprestigio.

En 2007 difundió nuevos avances. "Hemos trabajado en células de recién nacidos con dosis del producto cien mil veces inferiores a las que cualquier jardinero común está en contacto. El Roundup programa la muerte de las células en pocas horas", había declarado Seralini a la agencia de noticias AFP. Resaltaba que "los riesgos son sobre todo para las mujeres embarazadas, pero no sólo para ellas".

En diciembre último, la revista norteamericana Investigación Química en Toxicología (de la American Chemical Society –Sociedad Química Americana–) le otorgó a Seralini once páginas para difundir su trabajo, ya finalizado. Focalizó en células humanas de cordón umbilical, embrionarias y de la placenta. La totalidad de las células murieron dentro de las 24 horas de exposición a las variedades de Roundup. "Se estudió el mecanismo de acción celular frente a cuatro formulaciones diferentes de Roundup (Express, Bioforce o Extra, Gran Travaux y Gran Travaux Plus). Los resultados muestran que los cuatro herbicidas Roundup, y el glifosato puro, causan muerte celular. Confirmado por la morfología de las células después del tratamiento se determina que, incluso a las más bajas concentraciones, causa importante muerte celular", denuncia en la publicación, que precisa que aun con dosis hasta diez mil veces inferiores a las usadas en agricultura el Roundup provoca daño en membranas celulares y muerte celular. También confirmó el efecto destructivo del glifosato puro, que en dosis 500 veces menores a las usadas en los campos induce a la muerte celular.

Gilles-Eric Seralini tiene 49 años, nació en Argelia, vive en Caen, investiga la toxicidad de variedades transgénicas y herbicidas, es consultor de la Unión Europea en OGM y es director del Consejo Científico del Comité de Investigación e Información sobre Ingeniería Genética (Criigen). "He publicado tres artículos en revistas científicas norteamericanas de ámbito internacional, junto con investigadores que hacían su doctorado en mi laboratorio, sobre la toxicidad de los herbicidas de la familia del Roundup sobre células humanas de embriones, así como de placenta, y sobre células frescas de cordones umbilicales, las cuales llevaron a los mismos resultados, aunque fueran diluidas hasta cien mil veces. Confirmamos que los herbicidas Roundup estimulan el suicidio de las células humanas. Me especializo en los efectos de los OGM y sabemos que el cáncer, las enfermedades hormonales, nerviosas y reproductivas tienen relación con los agentes químicos de los OGM. Además, estos herbicidas perturban la producción de hormonas sexuales, por lo cual son perturbadores endocrinos", afirma Seralini.

"El glifosato es menos tóxico para las ratas que la sal de mesa ingerida en gran cantidad", señalaba hace una década la publicidad de Monsanto, citada en la extensa investigación periodística El Mundo según Monsanto, de Marie-Monique Robin. En el capítulo cuatro, llamado "Una vasta operación de intoxicación", Seralini es contundente: "El Roundup es un asesino de embriones". Hecho confirmado con la finalización de sus ensayos, en diciembre de 2008.

La contundencia y difusión del trabajo provocaron que la compañía de agrotóxicos más poderosa del mundo rompiera su silencio –a pesar de que su política empresarial es no responder estudios o artículos que no le sean favorables–. Mediante un comunicado, y ante la agencia de noticias AFP, Monsanto Francia volvió a deslegitimar al científico. "Los trabajos efectuados regularmente por Seralini sobre Roundup constituyen un desvío sistemático del uso normal del producto con el fin de denigrarlo, a pesar de que se ha demostrado su seguridad sanitaria desde hace 35 años en el mundo."

La antigüedad del producto en el mercado es el mismo argumento utilizado en la Argentina por los defensores del modelo de agronegocios. Las organizaciones ambientalistas remarcan que esa defensa tiene su propio callejón sin salida. El PCB (químico usado en transformadores eléctricos y producido, entre otros, por Monsanto) también se utilizó durante décadas. Recibió cientos de denuncias y se lo vinculó con cuadros médicos graves, pero las empresas continuaban defendiendo su uso basado en la antigüedad del producto. Hasta que la presión social obligó a los Estados a realizar estudios y, con los resultados obtenidos, se prohibió su uso. "Con el glifosato pasará lo mismo", retrucan las organizaciones.

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Nombre: Astrid Niño
C.I: 19.768.081
Materia: Electronica del estado Solido
Seccion: 02

URL FUENTE: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-126983-2009-06-21.html

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